Los empresarios nos vemos en la necesidad de trabajar muchas horas para alcanzar el éxito, así que muchas veces desbalanceamos nuestra vida perdiendo salud, abandonando a la familia o descuidando nuestra vida espiritual. ¿Y todo para qué? para darnos cuenta en un futuro que tener mucho dinero y no tener salud o una familia con quien compartirlo no sirve de mucho. El éxito autentico nos lleva a entrar a aguas más profundas y querer tener una vida integral que nos ayude a sentirnos completos. Este es el tema de hoy, así que te invito a seguir leyendo para compartirte el concepto de éxito auténtico que estamos manejando en el mundo empresarial y los pasos que estamos dando para conseguirlo.
Define tu éxito auténtico
El concepto de éxito no el mismo para todos, aunque podemos tener un concepto de referencia. El diccionario de la Real Academia Española nos dice que el origen del término en latín significa “salida” y el concepto se refiere a “el resultado feliz de un negocio, actuación, etc., buena aceptación que tiene alguien o algo, fin o terminación de un negocio o asunto”.
No es del todo un concepto satisfactorio, por eso nos preocupamos por definirlo en el mundo de los negocios. Pero es necesario preguntarnos ¿bajo qué paradigma definimos nuestro éxito? Estamos constantemente bombardeados con paradigmas que nos hacen definir el éxito de forma incorrecta y pensamos que el éxito es poder, posición, prestigio, placer, dinero. Y todos vamos en busca de ello, lo hacemos de forma consciente o inconsciente. Pero cuando enfrentamos el fracaso o algún quiebre en nuestras vidas es cuando verdaderamente comenzamos a analizar sobre el éxito y cómo lo definimos para nosotros.
Busca una vida balanceada
Cualquier concepto que tengas de éxito debe promover una vida balanceada, equilibrada. Mi propuesta de equilibrio engloba 7 áreas estratégicas en las que invito a los otros para esforzarse en obtener resultados satisfactorios. Estas son:
- Fe, ya que la parte espiritual en nuestras vidas es esencial.
- Familia y aquí me refiero tanto al núcleo familiar como a la familia extendida o secundaria.
- Condición física, es decir, la salud y el acondicionamiento físico.
- Finanzas, porque para todos está muy claro que el ahorro y las inversiones son importantes.
- Empresa o carrera profesional, este plan estratégico es vital ya que es nuestro aporte a los otros y al mundo.
- Amistades y vida social colocando esas fechas claves en la agenda para obligarnos a buscar y compartir con nuestras amistades.
- Recreación, porque tenemos que relajarnos, cada quien a su manera pero es necesario.
Estoy consciente de que balancear estos aspectos de la vida no es un asunto sencillo. En mi caso, mi trabajo me demanda de muchas horas y si me descuido esto pone en peligro mi salud y mi relación familiar. Todavía estoy aprendiendo y se me queman algunos panecillos en el horno por no saber manejar ese balance que es tan vital, por eso hay que estar tomando decisiones que vayan en pos de ese balance.
Coloca estas áreas por escrito
Es necesario reconocer que estas siete áreas son vitales tenerlas por escrito para podernos concienciar de cómo las vamos a manejar en nuestra vida. Medita y evalúa cómo deseas llegar a ese balance y que porcentaje ocupará cada área en tu vida en este momento. Me encantan las agendas que ayudan en este aspecto tan importante y por eso siempre tengo una conmigo.
Establece objetivos en cada área
Hay que enumerar dentro de esas siete áreas los objetivos que queremos lograr o aquellas actividades o tareas que necesitamos realizar para poder concretarlas. Si vivimos la vida a la deriva sin dirección esto nos afecta a nosotros y a los seres que más queremos.
Comprométete con tus planes
Y finalmente, tienes que comprometerte contigo mismo (a) y con los que están a tu alrededor a llevar a cabo esos objetivos o actividades que te permitirán alcanzar el éxito auténtico o el balance que estás buscando en tu vida. Hacerlo sólo no es fácil, pero tienes la opción de reunirte con tu familia o buscar algún consejero que te ayude a establecer un plan de vida que se haga realidad.
Estoy segura de que para tener un éxito autentico tanto en el aspecto profesional como personal, en lo público como en lo privado, es vital centrarnos en las raíces y no en los frutos. Es en las raíces donde construimos nuestras actitudes, compromisos y convicciones, sin estas no podremos lograr un balance integral en nuestras vidas. Esa es la batalla que los emprendedores tenemos que dar todos los días por el bien nuestro y el bien común de quienes nos rodean y a quienes prestamos servicios de una forma u otra.